La obesidad es una enfermedad compleja que afecta tanto la salud física como mental, por lo que se ha convertido en una preocupación global.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, una de cada ocho personas en el mundo tiene obesidad, lo que equivale a más de 100 millones de personas.
Estos datos alarmantes provienen de un estudio publicado en The Lancet, que además revela que la obesidad se ha duplicado en adultos y se ha cuadruplicado en niños y adolescentes en las últimas décadas.
Por su parte, un estudio realizado a cabo por el Complexity Science Hub Vienna y la Medical University of Vienna señala una conexión bidireccional entre la obesidad y la salud mental.
De acuerdo con el informe, se ha observado que las personas con obesidad tienen una mayor probabilidad de experimentar trastornos mentales, incluyendo depresión, ansiedad y trastornos de la alimentación como bulimia, anorexia, o trastorno por atracón.
Este hallazgo subraya la importancia de abordar no solo los aspectos físicos de la obesidad, sino también sus implicaciones en la salud mental, para un tratamiento integral y efectivo.
Hoy, 4 de marzo, en el Día Mundial de la Obesidad damos a conocer cómo tratar esta condición.
¿Qué es la obesidad y cómo prevenirla?
La obesidad causa enfermedades graves como diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y accidentes cerebrovasculares, entre otras. Foto: Freepik
Para prevenir la obesidad los expertos recomienda la ingesta de alimentos saludables con proteínas y vegetales. Foto: Freepik
Practicar actividades físicas o realizar cualquier ejercicio ayuda a prevenir la obesidad.
Según la OMS, 2una persona se considera con sobrepeso u obesa cuando su peso excede lo que corresponde a su altura”. Esta condición puede ser resultado de un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético.
Asimismo señala que la obesidad es una forma de malnutrición. Las tendencias globales indican un aumento en el consumo de alimentos y bebidas altamente calóricos, ricos en azúcares y grasas, así como una disminución en la actividad física.
De acuerdo con los expertos, la prevención y el manejo de la obesidad requieren un enfoque integral que incluya cambios en la alimentación, el ejercicio y el bienestar emocional. Los expertos recomiendan:
- Limitar la ingesta de grasas y azúcares, y aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Realizar actividad física regular, con al menos 60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos.
Para controlar la ansiedad por la comida
Las personas que sufren de ansiedad por comer, especialmente alimentos procesados, altos en grasa y azúcar, pueden desarrollar obesidad y sobrepeso. Foto: Freepik
Para quienes enfrentan la ansiedad por la comida, es fundamental adoptar estrategias para controlarla. Algunas recomendaciones son:
- Mantenerse hidratado: Consumir suficiente agua, por ejemplo dos vasos antes de cada comida. e infusiones calientes antes de las comidas. También infusiones calientes como té o aromáticas.
- Fraccionar las ingestas: Dividir las comidas en porciones más pequeñas y regulares a lo largo del día.
- Dormir bien: Priorizar un buen descanso nocturno para reducir la ansiedad y mejorar el control de los impulsos alimenticios.
- Comer despacio y masticar bien: Disfrutar de cada bocado y tomarse el tiempo necesario para comer.
- Consumir más proteína: Incluir fuentes de proteína en las comidas puede ayudar a reducir los antojos y mantener la saciedad por más tiempo.
- Buscar ayuda profesional: En casos de ansiedad severa por la comida, es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud mental o un nutricionista.
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